Conoce la perla de la Chontalpa y su antigua ciudad maya

COMACALCO, Tabasco.- El sol se alzaba en el horizonte, iluminando la densa selva que envuelve la antigua ciudad maya de Comalcalco. Mi amiga y guía, María Inés Muñoz, me llevaría hasta la misma entrada del sitio arqueológico, lista para compartir sus vastos conocimientos sobre la cultura tabasqueña y guiarme en una travesía que prometía ser tanto histórica como gastronómica.

Comalcalco, una de las ciudades mayas más singulares por su arquitectura de ladrillos cocidos y estuco, se erige majestuosa en el corazón de Tabasco. La ciudad, que alguna vez fue un vibrante centro de comercio y cultura, conserva aún la esencia de su glorioso pasado. Mientras caminábamos entre los templos y plazas, María Inés me narraba la historia de los antiguos habitantes, quienes, a diferencia de otros mayas, utilizaron ladrillos en lugar de piedra debido a la escasez de esta última en la región.

Cada rincón de Comalcalco parecía contar una historia. Desde la Gran Acrópolis hasta el Templo I, las estructuras emanaban una energía ancestral que resonaba con el presente. María Inés, con su pasión y elocuencia, me transportaba en el tiempo, describiendo las ceremonias, mercados y la vida cotidiana de los mayas.

La mañana avanzaba y nuestro siguiente destino era un lugar que prometía deleitar no solo nuestros sentidos históricos sino también nuestros paladares: Cocina Chontal. Este restaurante, creado y liderado por Nelly Córdova, ha ganado reconocimiento mundial, siendo considerado uno de los 20 mejores del mundo por Travel and Leisure. Nelly, además de ser una cocinera excepcional, es una documentalista dedicada a preservar y promover la rica gastronomía tabasqueña.

Al llegar a Cocina Chontal, Nelly nos recibió con una calidez que reflejaba su amor por la cocina y su tierra. El ambiente del restaurante, adornado con elementos de la cultura chontal y maya, creaba un espacio íntimo y acogedor. Nelly, con su característico entusiasmo, nos guió a través de su menú, una cuidadosa selección de platillos tradicionales preparados con ingredientes locales y técnicas ancestrales.

Comenzamos con una degustación de un exquisito tuétano, que tan solo al escribirlo para compartirlo contigo en estos #Andares, nuevamente se saliva mi boca por volver a deleitarme de esos huesos horneados al estilo ancestral.

El siguiente platillo fue el 'mone', una especie de tamal de pescado envuelto en hoja de plátano y cocido al vapor. La suavidad del pescado, combinado con las hierbas y especias locales, creaba una armonía perfecta que sólo podía lograrse con la maestría de alguien profundamente arraigado en su cultura.

Mientras disfrutábamos de los manjares, María Inés me compartía historias sobre sus investigaciones y su viaje para documentar las recetas tradicionales de Tabasco. Nos habló de su compromiso por preservar estos conocimientos y transmitirlos a las futuras generaciones, una misión que se reflejaba en cada detalle de su cocina. Su pasión por la cocina nació en la televisión pública nacional, una veintena de años atrás cuando residía en la Ciudad de México.

El último platillo, un postre de mazapán de pejelagarto, coronó nuestra experiencia gastronómica con una dulce y exótica nota final. Al despedirnos, sentí una profunda gratitud por haber tenido la oportunidad de explorar Comalcalco y degustar las creaciones de Nelly Córdova, quien, con su dedicación y talento, mantiene viva la esencia de la cocina tabasqueña.

La combinación de la riqueza histórica de Comalcalco y la exquisita gastronomía de Cocina Chontal, guiada por la sabiduría de María Inés y la pasión de Nelly, hicieron de este viaje una experiencia inolvidable. En cada paso, en cada bocado, sentí la vibrante cultura de Tabasco, una tierra donde el pasado y el presente se entrelazan en un tejido de historias, sabores y tradiciones.

Así, mis andares en Comalcalco se convirtieron en una crónica de descubrimientos y deleites, un testimonio de la perenne conexión entre la historia y la gastronomía, y una celebración de la riqueza cultural de Tabasco.

Está es la bitácora de mis #Andares que iniciaron en la capital del éden tabasqueño, Villahermosa, Tabasco, rumbo a la misteriosa ciudad abandonada por los mayas Comalcalco. Acompáñame en los siguientes Andares y recuerda que solo vivo para ser feliz ¿y tú?.