Por: David Dorantes
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Trump gana, errores de Kamala, y lo que sigue para el comercio de México
El martes 5 de noviembre, la elección en Washington, DC marcó el regreso de Donald Trump a la presidencia de EE.UU., dejando lecciones importantes para ambos partidos.
Este martes 5 de noviembre, fuí testigo de primera línea en Washington, DC de una elección histórica que marcó el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. La contienda electoral dejó claras lecciones tanto para los demócratas como para los republicanos, y mostró un cambio significativo en la dirección que los estadounidenses desean para su país. La derrota de Kamala Harris y el triunfo de Trump reflejan no solo el desgaste de la administración Biden, sino también una estrategia política republicana que supo capitalizar el desencanto y las emociones de los votantes.
Cabe destacar que en 2012 estuve desde la Casa Blanca cubriendo las campañas del segundo periodo de Barack Obama, en el que se percibía un buen ambiente en Washington; sin embargo, ahora era todo lo contrario, enrarecido el ambiente por incertidumbre e inseguridad. Aterricé el domingo previo a la elección con la novedad que acababan de amurallar la Casa Blanca un kilómetro a la redonda, al día siguiente harían lo mismo en edificios comerciales contiguos dos kilómetros a la redonda. Algo totalmente insólito, la guerra no se esperaba del exterior, sino en el interior de Estados Unidos.
¿Por qué no ganó Kamala Harris?
1. Llegada tardía al posicionamiento: Kamala Harris nunca logró posicionarse de manera sólida en la mente de los votantes antes de la campaña. Su imagen, a pesar de ser reconocida, careció de un perfil claramente delineado que le permitiera destacarse en un entorno político competitivo. La falta de proactividad en construir una narrativa propia y adelantarse a las críticas la dejó en desventaja.
2. El peso del gobierno de Biden: Harris cargó con las consecuencias de un gobierno desgastado por las críticas hacia la gestión de Joe Biden. La inflación persistente, la percepción de debilidad en la política exterior y la sensación de un liderazgo envejecido hicieron mella en su candidatura. La ciudadanía la percibió como una extensión de las políticas de Biden, y esto le costó caro.
3. Campaña aburrida: La falta de dinamismo y creatividad en la campaña de Harris fue evidente. Sus actos proselitistas carecieron de la energía y el carisma necesarios para inspirar al electorado. Los eventos se percibieron más como repeticiones de discursos predecibles que como momentos memorables de conexión con los votantes.
4. Ausencia de símbolos y frases poderosas: Una campaña exitosa necesita íconos y mensajes que perduren. Harris no logró entregar símbolos potentes ni frases contundentes que resonaran en el imaginario colectivo. Esta carencia dejó un vacío que la campaña de Trump llenó con mensajes claros y directos.
5. Desconexión emocional: Harris no consiguió conectar con las emociones de los votantes de la misma manera que lo hizo Trump. En política, la razón moviliza, pero es la emoción la que lleva a las urnas. Harris no encontró esa chispa que encendiera el entusiasmo del electorado.
¿Por qué ganó Donald Trump?
1. Un voto contra los demócratas: La victoria de Trump no solo se debe a su liderazgo, sino a un voto de castigo contra el partido demócrata. El descontento con las políticas de Biden fue un catalizador para que muchos votantes optarán por un cambio, aunque eso implica regresar a un líder controvertido.
2. Memoria económica: Trump supo evocar en la memoria de los estadounidenses los beneficios económicos durante su primera presidencia. La prosperidad que muchos experimentaron se convirtió en un poderoso recordatorio de que, bajo su liderazgo, sus bolsillos estaban más llenos.
3. Un mensaje claro y bien posicionado: A diferencia de Harris, Trump mantuvo una narrativa consistente y clara. Su mensaje de “recuperar la grandeza de América” volvió a resonar, apuntalado por la promesa de recuperar el control interno y contrarrestar las políticas globalistas.
4. Cruzada religiosa y antiglobalista: Trump consolidó su base con un discurso que apeló a los valores conservadores y a una retórica contra el globalismo. Esta cruzada lo posicionó como el defensor de un país que muchos consideran que está perdiendo sus raíces.
5. Lecciones aprendidas: Trump demostró haber aprendido de sus errores. Sus mensajes, aunque seguían siendo disruptivos, se presentaron con más cuidado y estrategia, lo que lo ayudó a ganar la confianza de votantes indecisos y de sectores descontentos.
¿Cuáles son las implicaciones para el comercio internacional con México?
Con el regreso de Trump a la presidencia, se esperan cambios significativos que impactarán la relación comercial y política entre Estados Unidos y México:
1. Endurecimiento en las revisiones fronterizas: Aunque Trump no cerrará completamente las fronteras, se prevé un endurecimiento de las revisiones para frenar el ingreso de fentanilo y la migración ilegal. Esto afectará los flujos de transporte y el cruce fronterizo, incrementando los tiempos y costos logísticos para las empresas.
2. Nuevas regulaciones a productos de origen chino: Se anticipa un incremento en las restricciones a productos terminados en México con componentes o marcas chinas. Esta medida podría redirigir las cadenas de suministro y presionar a las empresas mexicanas a diversificar sus fuentes de producción y materiales.
3. Aumento en las deportaciones: La administración de Trump intensificará las deportaciones de migrantes ilegales, lo que podría desestabilizar comunidades en ambos lados de la frontera y tensar las relaciones diplomáticas con México.
4. Uso del T-MEC en favor de EE. UU.: Trump buscará aprovechar al máximo las disposiciones del T-MEC para extraer más beneficios para Estados Unidos. Esto podría traducirse en una renegociación de ciertos puntos o en la aplicación de medidas que beneficien el comercio estadounidense a expensas de sus socios.
5. Cambio en la relación bilateral: La relación con México podría tornarse más transaccional, con un enfoque en los negocios y el beneficio económico de EE. UU., dejando de lado la retórica de buena vecindad que caracterizó administraciones anteriores.
El retorno de Trump a la Casa Blanca es una señal de un cambio de rumbo para Estados Unidos y, por ende, para sus relaciones internacionales. México, como socio comercial clave, deberá prepararse para enfrentar un entorno de mayor regulación y un enfoque más agresivo en la defensa de los intereses estadounidenses. La respuesta de México será crucial para adaptarse a este nuevo escenario y proteger su posición estratégica en el comercio global.
Hasta aquí mis Apuntes con consultor en estrategias de comunicación, recordándoles que todos los días se construye el éxito, y el fracaso también. Soy David Dorantes, conferencista, coach, y consultor en comunicación, nos leemos en los siguientes Apuntes.
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